Observación y conocimiento de las estrellas y viajes siempre han sido conectados desde la noche de los tiempos.
En paisajes como el desierto, el mar y el océano, la orientación a través del cielo juega un rol fundamental e imprescindible en la historia. En los siglos se inventan brújula, astrolabio, sextante, octante, relojes marinos: joyas históricas de la tecnología.

El desarrollo tecnológico de este milenio pone al alcance de casi toda la población una instrumentación precisa e infalible para la orientación en alta mar, como el GPS o la brújula de cualquier teléfono móvil. Pero existen realidades, circunstancias, lugares y situaciones también hoy en día (y siempre existirán) en donde la electricidad es ausente y cualquier instrumento que se apoye de ella se revela inútil.

Recordaremos una de estas circunstancias: un viaje épico, a través del océano, una historia de migración y de esperanza. Celebraremos el final feliz, con el desembarco el la isla de la Palma, hace 4 años, de un viaje migratorio directamente conectado con las estrellas, que rozó la tragedia y que los participantes no dudan en llamar milagro.